¿Cómo lavar una Alfombra Kilim?

4 de septiembre de 2024 Nacho y Cris Kilim Me Kilim Me

Cómo lavar una alfombra kilim en casa.

Nuestras alfombras kilim, esas piezas únicas tejidas a mano, tienen su origen en los pueblos nómadas del desierto del Thar, en el norte de la India. Este desierto es uno de los más grandes y habitados del mundo. En un entorno donde la arena lo cubre todo y la movilidad es parte del día a día, los artesanos crearon estas alfombras sin pelo, ligeras y fáciles de limpiar.

Cuidar de un kilim por tanto no es tan complicado como a veces se piensa. Las alfombras kilim, al ser planas y sin pelo, son probablemente de las opciones más prácticas para quienes buscan estilo sin complicaciones. Ahora bien, surge una pregunta frecuente: "¿Cómo se lava un kilim?" "Como Lavar un Kilim en casa" o incluso "¿Se puede lavar un kilim en la lavadora?". Vamos a resolver esas dudas con claridad y, sobre todo, sentido práctico.

¿Cómo se lava un kilim en casa de manera sencilla?

Nuestros kilims están diseñados no solo para ser duraderos y estéticos, sino también para que puedas mantenerlos limpios sin grandes esfuerzos. Aquí tienes dos métodos claros:

1. Lavado en lavadora: posible, pero no lo recomendamos

Sabemos que la comodidad de la lavadora es tentadora, y sí, los kilims pequeños y medianos de nuestra colección pueden soportarla en principio. Pero cada vez vemos más claro que no es la mejor opción.

Las lavadoras modernas, aunque más eficientes en limpieza, también son más agresivas con tejidos delicados como el yute o la lana. Por eso, preferimos recomendar el lavado a mano: es más respetuoso con las fibras naturales y prolonga la vida de tu kilim.

Sécalo siempre al aire libre, en plano y a la sombra, para evitar deformaciones y preservar su forma original.

En resumen, lavar un kilim en lavadora es posible, pero no ideal. Si buscas lo mejor para tu pieza, el lavado manual con agua fría, jabón neutro y un cepillo suave, tal como se hace en origen durante el proceso de acabado, es la opción más segura.

2. Limpieza manual (para kilims grandes)

Los kilims grandes son otro asunto pero no te preocupes, lavarlos a mano no tiene por qué ser un drama:

Coloca el kilim en un espacio amplio, como una terraza o el suelo de tu baño.
Usa agua fría, un jabón neutro y un cepillo suave. Frota con movimientos delicados, concentrándose en las zonas más usadas.
Aclara bien con agua fría para eliminar cualquier residuo de jabón.
Deja secar en un lugar ventilado, evitando la luz directa del sol para que los colores no se desgasten.

¿Se puede lavar un kilim en la lavadora?

utiles para tejer alfombras kilim en fibras naturales

Una de las preguntas más frecuentes es: "¿Se puede lavar un kilim en la lavadora?" En nuestros kilims, la respuesta es sí, pero no lo recomendamos. Las fibras naturales como el yute y la lana, combinadas con el tejido plano, pueden resistir un ciclo en frío, siempre que se sigan las recomendaciones adecuadas. Sin embargo, las lavadoras modernas, aunque más eficientes, son más agresivas con los tejidos delicados. El centrifugado intenso y los ciclos prolongados pueden dañar las fibras y afectar la textura y los colores de tu kilim.

Por eso, aunque sea posible, recomendamos encarecidamente el lavado a mano. Este método es mucho más suave y respetuoso con las fibras naturales, ayudando a preservar la belleza y durabilidad de tu alfombra. Con agua fría, jabón neutro y un cepillo de cerdas suaves, puedes mantener tu kilim impecable sin riesgo de dañarlo.

Si tienes un kilim de otro fabricante, siempre es mejor consultar sus instrucciones específicas antes de intentar cualquier tipo de lavado, ya que los materiales y procesos de fabricación pueden variar.

¿Cómo mantener un kilim limpio sin lavarlo constantemente?

Cojines kilim de fibras naturales tejidos a mano

Lavar un kilim no es algo que debas hacer todas las semanas. Con un mantenimiento regular, puedes espaciar los lavados al máximo:

Aspirado frecuente. Una pasada con la aspiradora (sin cepillo giratorio) elimina el polvo y la suciedad superficial, suficiente para el día a día.
Actúa rápido con las manchas. Si se derrama algo, retíralo de inmediato con un paño húmedo y jabón neutro. Así evitas que penetre en las fibras.
Ventilación ocasional. Si tienes la oportunidad, saca tu kilim al aire libre, a la sombra para que respire y se refresque, especialmente en los meses más húmedos.

El aspirado es especialmente efectivo porque, al no tener pelo, el polvo no se acumula como en otras alfombras. Esto hace que el mantenimiento diario sea mucho más sencillo.

¿Qué hace que un kilim sea tan fácil de limpiar?

Un detalle importante que no se suele mencionar es que, durante el proceso de producción de nuestras alfombras, se realiza un lavado final con agua fría y cepillo. Esto no solo elimina cualquier residuo, sino que también prepara las fibras para soportar mejor la limpieza posterior.

¿Cada cuánto tiempo se debe lavar un kilim?

Esto depende del uso y del lugar donde esté colocado. Un kilim en un pasillo o una entrada, por ejemplo, estará expuesto a más suciedad y necesitará un lavado más frecuente (cada 6 meses aproximadamente). En cambio, uno en un dormitorio puede mantenerse perfectamente limpio con un lavado al año.

Conclusión: lavar un kilim es más fácil de lo que parece

¿Se puede lavar un kilim en la lavadora? Sí, al menos los nuestros, pero preferimos recomendar el lavado a mano. Las lavadoras modernas, aunque eficaces, son más agresivas con las fibras delicadas, y es fácil que el proceso dañe tu kilim. ¿Cómo se lava un kilim grande? A mano, con paciencia, agua fría y jabón neutro. Es un proceso sencillo, pero que requiere tiempo y delicadeza.

La limpieza y el mantenimiento de estas alfombras no requieren productos costosos ni técnicas complicadas. Al final, se trata de cuidar una pieza que no solo decora tu espacio, sino que también representa un trabajo artesanal lleno de tradición.

Si te han quedado dudas sobre el cuidado de tu kilim, estamos aquí para ayudarte. Escríbenos y estaremos encantados de resolver cualquier pregunta.